Celebración de la Novena a la Santa Faz el próximo 17 de marzo

Del 8 al 16 de marzo, en el marco de este Año Jubilar, celebramos la Novena a la Santa Faz, que culminará con la Misa Pontifical, el domingo 17 de marzo. La concesión de año jubilar, se viene solicitando desde hace años cuando esta fecha en que conmemoramos el «Milagro de la lágrima» coincide en domingo, como acontece este 2024. Esta celebración es por lo tanto la más importante en este Año Jubilar.

Del 8 al 16 de marzo parroquias de Alicante, San Juan, Mutxamel, San Vicente del Raspeig y Villafranqueza, peregrinarán y celebrarán la Santa Misa en el horario indicado en el cartel

El día 17 nuestro Obispo diocesano Mons. D. José Ignacio Munilla Aguirre, presidirá la Misa Pontifical en este Año Jubilar. La Misa será del domingo tercero de Cuaresma. Los que participen en esta Eucaristía,y reciban la bendición papal impartida por el Obispo, también a través de esta web o por cualquier medio que sea retransmitida, podrán lucrar la Indulgencia Plenaria, rezando por el romano Pontífice, confesando y comulgando si no es posible este día, en cuanto sea posible.

El día 18 se traslada la solemnidad litúrgica por lo que el Capellán Rector, D. Miguel Ángel Cremades celebrará a las 11:00 la  Solemne Eucaristía de la Santa Faz.

El milagro de la lágrima

En el año de 1489 y con motivo de una fuerte sequía se pensó en organizar una procesión de rogativas, en la que se llevaría el lienzo de la Santa Faz. Dicha procesión se organizó el 17 de Marzo de 1489, desde el pueblo de San Juan hasta el santuario de Ntra. Sra. de los Ángeles. «Después de haber caminado como un cuarto de legua, al pasar el pequeño barranco de Lloixa, el sacerdote que llevaba la Santa Faz en sus manos (P. Villafranca), sintió tal peso en sus brazos que no pudo mantenerlos en alto, al mismo tiempo que perdía el movimiento de sus pies, teniendo que ser auxiliado por otros sacerdotes, que le llevaron hasta una pequeña altura más allá del barranco. Una vez allí todos los presentes pudieron ver como del ojo derecho de la Santa Faz salía una lágrima que se paró en la mejilla, creciendo de tal manera que aún los que estaban más apartados pudieron verla. Impresionados regresaron a San Juan, acordando repetir la procesión de rogativa el viernes siguiente.»

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